En Rijeka (Croacia) no pudimos estar, pero Lieja (ahora) y Rotterdam (en breve) serán nuestros próximos destinos. Mientras nuestro equipo juegue por nuestro continente, intentaremos ir tras él. En Bélgica lo conseguimos en lo que fue un viaje memorable para los que allí estuvieron, a pesar del apacible partido en el Estadio Maurice Dufrasne. Pero como un viaje es mucho más que 90 minutos de fútbol, volvieron contentos los nuestros de tierras belgas.
Con este viaje se acerca el final de este maravilloso 2014, que nos vio recorrer Europa, jugar finales (y ganar) y pasear el nombre de nuestro equipo, nuestra ciudad y nuestra peña allá donde hizo falta. Allá donde jugaron los de rojo y blanco, aunque a veces (como en Lieja) fueran los de amarillo o los de celeste. Eran los nuestros.
